La verdadera fe no consiste en creer en Dios sino que creerle a Dios. Abraham y Job le creyeron a Dios y por lo tanto, poseían este tipo de fe. Para creerle a Dios no se necesita una gran fe pues Jesucristo dijo que si tuviésemos fe tan solo como un grano de mostaza, podríamos obtener lo imposible.
La vida cristiana es una vida de fe de principio a fin. Nuestra fe será probada a lo largo de nuestra jornada en el camino del Señor. La fe que es más preciosa que el oro es la fe que es probada con fuego.
La vida cristiana es una vida de fe en todo momento.
a) Comenzamos a vivir la vida cristiana por fe (Efesios 2:8). "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios"
b) Terminaremos nuestra vida manteniendo la fe (2 Timoteo 4:7). "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe"
c) Mientras nos encontremos en este mundo viviremos nuestra vida a través de la fe (Romanos 1:17). "Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá"
d) Vivimos en la fe de Jesucristo debido a que nos encontramos crucificados juntamente con él (Gálatas 2:20)."Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí"
e) La verdadera fe es indestructible. El verdadero creyente puede pasar por las pruebas y aflicciones severas, pero en lugar de destruir su fe, ellas se convierten en alimento que nutren su fe (Job 13:15). "He aquí, aunque él me matare, en él esperaré, No obstante, defenderé delante de él mis caminos"
f) Lo genuino de nuestra fe puede ser probada solo a través de las pruebas. Una fe que no cuesta nada, no puede valer nada. La fe que rehúsa pagar el precio de confiar solo en el Señor no puede ser una fe verdadera.
La fe del verdadero cristiano se prueba con fuego
a) El apóstol Pedro ilustra esta gran verdad al hablarnos del proceso en el refinamiento del oro.
b) Se dice que el orfebre del Oriente Medio mantenía el precioso metal en el fuego hasta que podía ver su imagen reflejada en él
c) Nuestras experiencias en la actualidad con las pruebas y el sufrimiento nos están preparando para las glorias del mañana (Rom.8:17,18). "Y si hijos, también herederos;a herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse"
d) Así como el orfebre prueba el oro para ver si es verdadero, así las pruebas de Dios prueban nuestra fe para revelar nuestra verdadera naturaleza.
Las pruebas dejan al descubierto la verdadera naturaleza de la fe
a) Las pruebas refinan y purifican la fe del cristiano.
b) Las pruebas demuestran la realidad de nuestra fe.
c) La fe genuina es más preciosa y de más valor que el oro refinado y aunque estos metales duran mucho tiempo, eventualmente perecen (1Pe. 1:18). "sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata"
d) El oro será sin ningún valor en el mercado de la eternidad, pero la verdadera fe “logra” una herencia que nunca perece.
La verdadera fe siempre será probada
a) El proceso de refinamiento deja al descubierto la pureza del metal y determina su verdadero contenido y valor después que todas las impurezas se han derretido (Num. 31:22,23; "Ciertamente el oro y la plata, el bronce, hierro, estaño y plomo, 23todo lo que resiste el fuego, por fuego lo haréis pasar, y será limpio, bien que en las aguas de purificación habrá de purificarse; y haréis pasar por agua todo lo que no resiste el fuego"
Prov. 17:3; "El crisol para la plata, y la hornaza para el oro; Pero Jehová prueba los corazones"
b) De la misma manera, Dios prueba la fe del creyente para dejar al descubierto su verdadera naturaleza Job pasó a través de muchas pruebas dolorosas y todas ellas con la aprobación de Dios y Job comprendió muy bien el propósito de las pruebas.(Job 23:10). "Mas él conoce mi camino; Me probará, y saldré como oro."
c) Dios prueba nuestra fe no porque necesite descubrir quien es verdadero creyente y quien no lo es, sino para que los verdaderos creyentes obtengan confianza en su fe probada.
d) Así como el fuego separa a la escoria inservible del oro, Dios también usa las pruebas y el sufrimiento para separar a la verdadera fe de la mera profesión superficial.
e) Los apóstoles fueron un claro ejemplo de cómo a través de las pruebas ellos salieron victoriosos en su fe probada (Hechos 5:40,41; 4:13-21). "Y convinieron con él; y llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad.Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre."
La recompensa de la verdadera fe que ha sido probada
a) Las pruebas queman cualquier impureza en la fe del creyente, así como el fuego refina y purifica el oro (Is. 48:10). "He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción."
b) Lo que queda en el creyente después que las pruebas ha concluido, es una fe genuina y purificada la cual, es semejante al oro puro que sale de la refinería.
c) Aunque el oro por muchos siglos ha sido tenido por todos como un símbolo de lo más precioso y valioso de todas las posesiones materiales, la fe genuina es mucho más preciosa que el oro (v.7)
d) La fe genuina es más valiosa que el oro ante los ojos de Dios porque que se deleita cuando confiamos en Él.
e) La fe auténtica también resultará en “alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo”. Esto significa que Dios recompensará a cada ejemplo de fe que pasó la prueba.
f) Dios personalmente halagará a todos aquellos que se regocijaron aún en medio de los problemas. Él premiará con gloria y honra a los creyentes que han sufrido y han sido probados habiendo aceptado sus tribulaciones como un voto de confianza en Él.
La fe genuina confía en el Señor aún en medio de las carencias económicas o las adversidades de la vida tal como lo expresó el profeta Habacuc (Habacuc 3:17-19).
"Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos,
Aunque falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada,
Y no haya vacas en los corrales;
Con todo, yo me alegraré en Jehová,
Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
Jehová el Señor es mi fortaleza,
El cual hace mis pies como de ciervas,a
Y en mis alturas me hace andar."
!ALELUYA!...BENDITO SEA EL NOMBRE DE JESÚS !!
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